miércoles, 9 de enero de 2019

Pajazo en la oficina

Estoy trabajando, más aunque casi me congelo en esta oficina producto del acondicionador de aire, siento un calor interno que no me deja pensar.
Trato de concentrarme pero solo se me viene a la cabeza la imagen de mi mano pelando mi verga y apretando mis bolas.
Aquella imagen hace que automáticamente se me levante la verga abultándome el pantalón. Observo la imagen de mi paquete palpitante y me excito aún más. Realmente no creo que logre esperar a llegar a casa.
Pero al parecer, el día ha confabulado conmigo y hoy todos se han ido temprano quedándome aquí en mi escritorio.
Confirmo que no haya nadie, y me relajo. Comienzo a acariciar mis tetillas las cuales se ponen duras como rocas debido a la excitación. El placer me invade y siento mis pantalones reventar.
Procedo a quitármelos y quedarme en calzoncillos, los cuales me marcan el paquete pues ya no pueden mantener contenida la erección. Sin quitármelos procedo a acariciar mis muslos, mi abdómen, sigo estimulando mis tetillas mientras siento como el placer aumenta.
Noto que me mojo, mi verga segrega abundante lubricación que crea una mancha de humedad al contacto con mi calzoncillo.
Procedo a quitarme el interior y puedo ver mi verga palpitante y húmeda. Retiro el prepucio hacia atrás y me excita ver la cantidad de lubricación que hay. Me agarro los huevos con la mano y procedo a apretarlos. Aquello causa que mi verga segregue más líquido que ahora observo como cae pesadamente formando un hilillo cristalino. No lo desaprovecho y recogiéndolo con un dedo procedo a saborearlo. Estoy probando mi néctar, me deleito saboreando cada gota de preseminal que segrega mi verga.
Unto dos dedos con saliva y aprovechando la excesiva lubricación procedo a frotarme el glande, recorro los bordes y un temblor estremece mi cuerpo. Me sujeto de la silla mientras siento que la vida se me escapa entre las piernas. Me froto la cabeza de la verga vigorosamente a la vez que también me agarro la verga y la jalo. Con a otra mano me agarro los colgantes huevos y los estiro hacia abajo, juego con ellos y me agrada sentirlos tan suaves y colgantes que con cada bombeo de mi mano estos saltan y chocan contra ella. Ver como saltan mis huevos me excita aún más.
No puedo resistir más y procedo a pelarme la verga con fuerza. Me agarro de la silla y arqueando la espalda lanzo varios chorros de leche que salpican el escritorio. Momentáneamente me voy y solo me dejo llevar por el enorme placer.
Pasados unos minutos reacciono y solo puedo ver mi escritorio lleno de semen, yo desnudo en la silla y mi verga chorreando las ultimas gotas de leche. Suspiro, me levanto y procedo a limpiar la escena del crimen.
Nadie sospecha lo que sucede en este escritorio y aquello me da más morbo jejeje.